martes, 3 de mayo de 2011

La jequesa de Qatar: Icono anómico



Y con ella llegó el escándalo. El estupor y la sorpresa que sentirían los catarís que, a comienzos de este siglo XXI, veían cómo una de las esposas de su alteza Sheikh Hamad Bin Khalifa Al-Thani, su emir, empezaba a mostrarse a cara descubierta en los medios de comunicación. Se trataba, por supuesto, de Sheikha Mozah, y aquello era, y es, una rareza entre las cónyuges de los dignatarios del Golfo.
La razón es que Sheikha Mozah Bint Nasser Al-Missned, con su continua presencia pública, tanto en el país del petróleo como fuera, forma parte de una exitosa estrategia para poner a Qatar en el mapa y dar de él una imagen moderna. Pero, además, con su apariencia, su actitud, su obsesión por la educación y su labor en algunas instituciones gubernamentales -preside el Consejo Supremo para Asuntos de Familia y es vicepresidenta del de Educación-, ha abierto puertas a las mujeres de su país y se ha convertido en un modelo moderno al que tienen derecho a aspirar.


Pero ¿quién es esta hermosa jequesa a quien tan pronto se la ve en su mansión de Surrey (Reino Unido) como discutiendo en alguno de los consejos de la ONU (es enviado especial de la Unesco para la Educación Superior y Básica y miembro del Grupo de Alto Nivel para la Alianza de Civilizaciones) o inaugurando algún centro educativo en Qatar.

La Education City es el mayor exponente de lo que Sheikha Mozah se ha empeñado en demostrar al mundo en estos años de vida pública: que se puede aprovechar lo mejor de Occidente sin perder las raíces y la identidad. En palabras del doctor Louay Bahry, profesor de ciencia política en la Universidad de Tennesse y durante un tiempo profesor en la Universidad de Qatar, Sheikha Mozah «se ha convertido en la aproximación más cercana a una primera dama que el Golfo ha conocido nunca». Una primera dama, eso sí, algo peculiar para el canon occidental: casada con un polígamo, le ha dado familia numerosa, en concreto 7 hijos, 5 varones y 2 mujeres (entre ellos, su heredero, que nació en 1980).

A Sheikha Mozah le guían, según su propia página web, los valores tradicionales, y, devota musulmana, comienza cada día con la oración de la mañana. En sus apariciones públicas, luce tanto un Dior, un Gautier o un Chanel como una tradicional abaya. Y aunque ella asegure siempre compartir e inspirarse en la visión política de su marido, es una mujer de opiniones propias, a quien la prensa internacional, como hizo recientemente el británico The Times, no duda en contar entre las personalidades más influyentes del Golfo.











 

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