Podríamos decir que el ser humano tiene el compromiso de desempeñar una tarea productiva, que sea útil para él y para la comunidad. En la actualidad este hecho no es posible para al menos unos 5 millones de personas que se aglutinan en las listas del paro. Sin embargo tanto unos como otros tiene una misma necesidad, cuando la actividad que está realizando no ocupa la totalidad de su mente o toda ella esta ocupada en intentar buscar una actividad productiva que realizar, ésta necesita momentos para evadirse hacía fantasías.
En las sociedades más ricas, los individuos que poseen un trabajo estable sólo trabajan una jornada de 8 horas, 5 días a la semana y, además, disponen de vacaciones y de largas jubilaciones. Ese tiempo libre, cada cual puede emplearlo en las actividades que más satisfacción le proporcione (cine, poesía, viajes..). El único hecho común en ese momento es la búsqueda de la compatibilidad entre la evasión momentánea y su bienestar y el de su familia. Por ejemplo, no sería aceptable que utilizara ese tiempo libre para evadirse jugando a las maquinas tragaperras o consumiendo drogas, sin embargo mucha gente utiliza estos malos hábitos como forma de evasión.
Es decir, primero está el deber y luego la evasión y las dosis de uno y otra tienen que decidirse de tal forma que no comprometan la estabilidad y sostenibilidad de la vida del individuo en relación con su entorno social.
Una explicación lógica a las evasiones masivas momentáneas de la realidad que se han producido en España recientemente es la mera necesidad que tiene el ser humano de olvidarse momentáneamente de los problemas. Los dos ejemplos mas claros en la actualidad reciente de España han sido la proclamación de la selección española como campeona del mundo y la boda de Guillermo y Kate.
En el primer ejemplo todo el mundo, incluido los que no son seguidores habituales del futbol salieron a la calle a celebrar la victoria de su selección, para así de este modo tener una escusa para poder olvidarse momentáneamente de la crisis que sacude a la mayoría de las familias españolas, y proporcionar un balón de oxigeno a sus fatigados cerebros, hartos de tanto agobio. El segundo evento más relevante que ha provocado esta evasión masiva a sido la reciente boda de Guillermo y Kate, con una audiencia aproximada de 2000 millones de personas en todo el mundo fantaseando con tener una vida de princesa de cuento encantado.
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